El alto nivel de las instrumentales que tiene este disco es indiscutible, melodías que a momentos son muy sucias nos brindan esa extraña sensación de nostalgia, nostalgia de algo que jamas hemos vivido, cada canción esta plagada de cambios, saltos desde un vinilo a otro, todo esto logra hipnotizar al oyente.
En el tema de la voz, lo que hace Madlib básicamente es rapear sobre sus instrumentales ralentizadas, bajándoles los bpm's, hecho esto vuelve a dejar los bpm's como estaban originalmente y lo que obtiene es su voz fluyendo sobre la pista, pero esta vez mucho mas aguda, para sazonar todo esto a momentos rapea con su voz original.
Este álbum te sumerge en un día cualquiera en la vida de Quasimoto, día en el que no pueden faltar la yerba y las juntas con amigos, así como las locuras propias de un extraterrestre que se ha establecido en el planeta tierra.
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